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Me he encontrado esta curiosa historia de un jugador de World Of Warcraft que fue sospechoso de actos terroristas.
La historia original en los foros de WoW es un poco larga pero es mejor que este pequeño resumen que haré.

Todo comenzó cuando volví a mi asiento después de ir al baño, unos momentos después las aeromosas hablaban de un problema en el baño. “Cerré el de en frente, hay algo que impide que pueda bajarle” luego contestó la otra “Intenta echarle más agua, a ver si así se va”. Mi cara estaba roja, pensaba que todo esto era mi culpa mientras veía a las aeromosas hacer el trabajo sucio.

Luego decidí despejarme del asunto y escuchar un poco de mi música en mi iPod, saqué mis audífonos y busqué mi iPod… pero no lo encontré! Qué habría pasado? Dónde lo habría dejado? En ese momento pasó una aeromosa con una funda verde, ahí junté las piezas del rompecabezas. La señorita fue e hizo una llamada, yo me acerqué a ellas para hacerles entender que todo era una confusión y que no tenían que llamar al departamento de seguridad de transportes, que sólo había habido un pequeño incidente y había tirado mi iPod al baño por error… pero era ya muy tarde y ya se había hecho la llamada.

Me ofrecieron su confianza, que nada de esta desafortunada serie de eventos se sabría. Me devolví a mi asiento y entonces supe que iba a comenzar un gran problema.  El capitán tomó el micrófono y nos informó de la situación “No es para alarmarse, pero se ha encontrado un dispositivo sospechoso en uno de los baños, así que estaremos aterrizando en Ottawa”. Cuando aterrizamos, tardaron unos 45 minutos en llegar los autobuses, vehículos del ejército y otros oficiales. Entonces ya iniciamos la evacuación. Una aeromosa me dijo que bajar al último y hablara con el responsable y así lo hice.

Le expliqué que era sólo un iPod y tomó mi número de licencia. Luego no nos pasaron a la terminal, sino a una especie de cochera donde estacionan los vehículos de transporte, donde nos dieron la instrucción de sentarnos y esperar… y esperar, cerca de 30 minutos, tal vez la peor parte.

Para este punto, la gente ya sabía lo que había pasado, pero no sabían que el responsable era yo. Hablaban acerca de porqué no lo traía bien sujetado al pantalón o porqué no les dije a las aeromosas inmediatamente. Los pude haber sacado de su error, yo SÍ traía el sujetador y SÍ les avisé oportunamente, pero decidí no reclamar para no complicar más las cosas. Pero esto no era mi culpa! Era del gobierno, que se ha vuelto demasiado paranóico con estas cosas.

Después nos pusieron a hacer formar una línea para entrevistarnos, pero otra persona y yo fuimos retirados de ahí e interrogados en otra parte. Vaciaron mi billetera y comenzaron a preguntarme datos personales, preguntas fáciles. Luego, me preguntaron porqué estaba desempleado y qué hacía para vivir.
“Soy un jugador en-línea”
“Un qué?”
“Uhm… World of Warcraft”
“Qué tipo de juego es ese?”
“Es un juego de fantasía, se juega en línea”
“Como calabozos y dragones?”
“Bueno.. tiene dragones”

Luego me preguntaron acerca de mi relación con Cara, les dije que la había conocido en el juego y que yo era el líder de la tribu en la que ella estaba. Para este punto pensaban que yo era el máximo líder de WoW hasta que se los expliqué mejor.
Entonces cuando las piezas se unieron y entendieron que iba a visitar a una mujer que conocí a través de un juego de computadora, las siguientes preguntas se tornaron sobre un claro punto.
“Entonces Cara y tú son amigos”
“Sí”
“Desde cuándo la conoces?”
“5 meses, más o menos”
“Mantienes una relación con esta persona?”
“No”
“Mantienes una relación con esta persona?”
“No”
“Y si tomaran y te dijera si…”
Ahí lo interrumpí y pregunté qué demonios esto tenía de relevante con el problema, me habló de los cinco hombres del escuadrón anti-bombas que estaban en el avión arriesgando su vida y prosiguió con preguntas más duras: qué pienso del 911, cómo veo el problema con Irán, si creo que el gobierno es demasiado grande, demasiado poderoso.

Cuando las preguntas terminaron me llevaron de vuelta al garage donde estaban interrogando a los demás pasajeros y esperé otra hora. El escuadrón anti bombas terminó su trabajo y ahora esperé otra media hora en el frío, luego me abordaron en una camioneta junto con la primera persona que me interrogó, con el iPod y su funda en la mano, preguntándome si la quería de vuelta y algunos detalles de cómo había sucedido el accidente. Después me llevaron a una habitación con vidrio oscuro, en donde un oficial vació mi equipaje pasando cada objeto por un detector de metales, luego tomó mi Laptop y la examinó al tiempo de que me preguntaba si tenía “imagenes” o contrabando, como pornografía infantil o propaganda de odio, que esta última me parecía un atropello a mi libertad de expresión y que al parecer en Canadá está prohibido.
Por último me devolvieron todas mis pertencias y me llevaron a la terminal, se fueron sin decir una palabra y mis vacaciones en Canadá con Cara y Andy comenzaron.

Finalmente el resumen no quedó tan pequeño como quería, pero no pude omitir más detalles. Es increíble la paranoia que se viven en los aeropuertos, que pasa de ser un placer a todo un tormento; sobre todo en los estétis en donde hay que estar al menos un par de horas antes para pasar revisiones sin nada en las bolsas de los pantalones y sin zapatos.

P.S. Llevar una playera con texto en árabe = terrorista El estúpido argumento: “Es como ir a un banco con una playera que dice ‘Soy un ratero’” La playera en cuestión decía “No nos quedaremos en silencio”. En respuesta, ahora venden playeras que dicen “Yo no soy un terrorista” en árabe.