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Ante Estados Unidos, sí se pudo

Volver a retomar el camino hacia Sudáfrica era el objetivo y lo consiguieron. Y aunque tenían los mejores elementos dentro y fuera de la cancha para conseguirlo de forma sencilla, no fue así. A México le costó derrotar a Estados Unidos, pero a final de cuentas lo consiguió con un 2-1.

Hoy nuevamente el representativo mexicano y sus millones de seguidores pueden ilusionarse con asistir al Mundial en 2010, porque con los goles de Israel Castro y Miguel Sabah consiguieron los tres puntos que les permitió escalar un peldaño en la clasificación.

En el terreno probablemente haya quien piense que no estuvieron los mejores, el marco fue perfecto, con 106 mil personas apoyando al equipo, una escuadra mexicana que convirtió el miércoles en domingo, con todas las características de un fin de semana, al menos dentro de un estadio.

Es oficial, el Tri va para arriba. La recuperación que se ha visto en la Selección no es coincidencia. Es resultado de un duro trabajo en todos los sentidos, con especial énfasis en lo anímico y lo mental. Javier Aguirre ha logrado consolidar un crecimiento sostenido y progresivo.

El juego de hoy era la prueba final para lo que podemos esperar en lo que resta del año y la Copa del Mundo. Perder hoy probablemente no sería despedirse del mundial, pero habría dejado con dudas a todos. La prueba se puso más difícil antes de lo esperado y pocos dirían que tenían la confianza de revertirlo —incluído yo—. Jugarle a EU en ceros es un escenario muy diferente a ir perdiendo. Lo destacable es que nadie se desesperó y se terminó abrumando y dándole la vuelta al juego.

Cuauh, a mi parecer, no debió haber empezado el partido. Tiene mejor rendimiento en los segundos tiempos, pero no dejó de ser menospreciado por los estadounidenses. La defensa hoy estuvo destacable, fuera de un par de errores. Efraín Juárez es silencioso, pero muy trabajador, será un crack en muy pocos años. Israel Castro no me inspira mucha confianza, pero qué golazo! El Guille no es de mi gracia total, pero ha mantenido su juego; luchando en cada ocasión. Gio es poco a poco el que siempre quisimos que fuera y Sabah parece que ya llegó para empujarla en ese toque final que tanto nos ha pesado.

Hay que festejar, pero no por mucho tiempo. A comienzos de septiembre viene probablemente el juego más bravo de toda la eliminatoria y después, el cierre en el papel está cantado, pero uno nunca sabe.