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Si algo nos ha enseñado los poco más de 4 años (!) que lleva el Wii en el mercado es que en el mundo de los videojuegos sí hubo una revolución, pero no cambió tantas cosas como pensábamos: los plataformas siguen vivos tal y como siempre los hemos conocido, los juegos de carreras no se sienten tan bien como pensábamos y bueno, la tecnología aún tiene fallos. Nintendo quería hacernos mover, aunque no nos quitó la dependencia de controles, Microsoft se fue con todo con Kinect.

Después de ver el siguiente video de cómo se jugaría Modern Warfare con Kinect para movimientos como saltar y agacharse y el WiiMote para lo demás, no me queda duda de que aún necesitamos periféricos.

Para que este tipo de tecnologías funcione de una forma natural, falta tener el feedback; que cuando demos un espadazo y choque con algo, se sienta que se detiene o que si estamos manejando un carro y nos chocan, debemos sentir el volante cómo se va para otro lado.
El problema que veo aquí es juegos que implementan tecnología que en un principio no necesitaba y que es añadida sólo por el gimmick y no tanto por la experiencia. Mientras tanto, los juegos de PC no han cambiado, el teclado y el mouse siguen victoriosos. Jugar StarCraft II de otra forma me parece imposible, el teclado da  versatilidad y velocidad, el mouse da precisión. Jugar con el cuerpo o con los dedos se convertiría en un infierno.

(Perpetrado de mediotiempo)