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Hace no muchos ayeres, esperaba con ansias las películas de Pixar. Era un acontecimiento mágico año con año y tras salir del cine de ver una de estas obras de arte, era imposible no sentir un vacío pensando en que tendría que pasar mucho tiempo para ver la siguiente.
Lo mismo con las películas de Batman, aunque con esperas más largas. Ahora que la saga ha terminado, el siguiente paso de Christopher Nolan como director no está en una saga, sino en historias nuevas. Interstellar, por estos motivos, sabía que no me la tenía que perder—y más que eso, que no me iba a decepcionar.

El sello que pone Nolan a sus películas es igualmente maravilloso que irrepetible. Empezando por el casting, no trabajando siempre con el mismo equipo, pero manteniendo a gente de su confianza: Michael Caine y Anne Hathaway en esta ocasión. Empezaré por mencionar los puntos negativos de la película: es muy larga, pero lo justifico. La primer hora pone las bases de ambientación; la presentación del problema, el estado actual de las cosas y las relaciones. La siguiente hora es el desarrollo y finalmente en la última se encuentra el clímax. La estructura es sencilla, pero no simplista.

De Gravity dijeron que podría ser el siguiente 2001, comentario que detesté de inicio a fin. Interstellar podría no serlo, pero está muy cerca. Es una película que definitivamente será recordada durante muchas décadas, el trabajo es espectacular. Nolan es un verdadero genio, esperamos estas maravillosas ocurrencias sigan llegando cada dos años.