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En una de mis etapas formativas, me dieron una valiosa lección. Cuando nos dan una orden, tenemos que considerarla como si fuera una misión, y el único final de una misión es cumplirla. El mismo concepto aplica para cualquier cosa que pensemos: un trabajo, la escuela, una relación, una tarea. Las formas no importan; el resultado final sí.

Para muestra, lo sucedido anoche en el juego entre los Cubs de Chicago y los Padres de San Diego, en el cual Jon Lester, el pitcher, se encuentra con un curioso problema. Pero su misión la tiene muy presente en su cabeza—lograr un out.

Fantástica demostración de un pensamiento rápido, creativo y pragmático. La pelota se le atoró en el guante, pero entiende que no le pagan por aventar una bola—su salario está en función de qué tanto le ayude a su equipo, independientemente de las formas.

Este compromiso me recuerda a aquella fantástica jugada de Joe Hart. Maquiavélico, pragmático, o la palabra con la que lo quieran describir. Esto es comprender su función y ser leal a la causa. Es todo lo contrario a aquella mediocre frase que dice «hacen como que me pagan, hago como que trabajo». Comienza pensando como un profesional y llegarás muy lejos.

Curiosamente, los Cubs perdieron el juego. A veces ganar no lo es todo—demostrar que sí quieres ganar, y lo mereces, suele ser más importante que el resultado final.

(Perpetrado de digg)