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Leyenda Roja; Chile, Campeón de América

Alexis Sánchez suspiró, miró a Romero y con frialdad se atrevió a mandar un disparo con poca fuerza, al centro, suficiente para coronar a Chile en la Copa América 4-1 en la serie de penales.

Una serie en la que Lionel Messi dio media vuelta cuando miró a Higuaín condenar a la Argentina a la derrota tras volar el esférico y condenar a la albiceleste al fracaso colectivo.

Nadie cedió un palmo de terreno. Los 27 jugadores que participaron fueron cautos, nunca arriesgaron un balón y pelearon hasta el último segundo.

Pero todo terminó en un empate sin goles que orilló a definir al campeón desde el manchón de penal con definiciones precisas de Fernández, Vidal, Aranguiz y Sánchez.

Yo no sé cómo podían poner a Chile como la víctima en su Copa América. Es cierto que la historia no les iba a favorecer, pero sí el tremendo avance de los últimos cuatro años, en donde el simple hecho de calificar a un Mundial es una victoria. No digamos teniendo la excelente participación en la cual salieron adelante del grupo de la muerte y poniéndole un tremendo susto a Brasil.

En frente, un Argentina que suena letal pero que es un equipo que insisto, ha llegado tan lejos últimamente gracias a la suerte. Un grupo que no tiene balance, pero con los nombres le bastan: atrás, Mascherano y adelante, Messi, Di María y Pastore. Los otros siete son material del montón: jugadores que destacan a cuentagotas.
Parecía una tarea imposible para Chile, pero poco a poco se fueron asentando y las circunstancias se fueron dando: la lesión de Di María y el cambio de Pastore terminaron debilitando la ofensiva, que aún así tuvo para ganar al morir los primeros noventa minutos.

Argentina sabía que tenía ventaja; fue a no perder. Creyeron que las cosas le caerían del cielo, como ha sucedido últimamente. Chile, por el otro lado, sabía que si quería quedarse con la copa en casa, tenía que salir a ganar. Y vaya que lo hicieron, dándole más sustos a la albiceleste de los que ellos tendrían presupuestados.

Al final, el futbol fue justo. Ganó el equipo que fue más consistente a lo largo del torneo, el que puso más empuje, corazón y cuyo balance terminó siendo fundamental. El camino a la final, podemos argumentar fue sencillo para ellos. Es obvio, pues son el local, pero en la final les iba a tocar a un monstruo, mismo que supieron domarlo de inicio a fin.