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Parece que el futuro nos ha alcanzado. Entre las impresoras 3D, la realidad virtual y los drones, en pocos años parece que vivimos en un mundo totalmente diferente. Es difícil apostar por una sola tecnología que tendrá un mayor impacto en la humanidad; las impresoras pueden llegar a trabajar con tejidos humanos, la realidad virtual puede convertirse en el nuevo modelo de comunicación o de entretenimiento y los drones automatizando el envío de paquetes y aplicaciones para monitoreo y seguridad.
No hay un claro ganador, pero tal vez el que llegue primero es la tecnología de drones, si no están convencidos aún, chequen a Lily.

Claramente está enfocado en el factor wow y para deportistas, pero su tamaño y dejar la necesidad de una plataforma para despegar y aterrizar, son dos grandes implementaciones. Y aún falta el factor sorpresa: es a prueba de agua.

Ahora, un poco más aterrizados (literalmente), este es un concepto—Lily aún no está a la venta, por lo que la calidad del producto puede ser muy variable. Sin embargo, está disponible para su pre-compra a un precio muy atractivo de $499 USD y una promesa de enviarlo en febrero del próximo año. O esperarnos a esa fecha y comprarlo a $999. Además, la batería que da energía para un vuelo de 20 minutos parece ser insuficiente.
La propuesta es valiente, arriesgada y a un precio mucho menor al que esperaba, pero sin un tercero que revise el producto en un contexto real, adquirir Lily puede convertirse en una riesgosa apuesta.

(Perpetrado de Hacker News)

P.S. Mobile no es una plataforma La columna de esta semana, hablando de mobile.