Gobierno de Captchas
Mientras que cada vez más gobiernos en el mundo utilizan Internet como una herramienta para aumentar la eficacia y reducir costos, en México parece que vamos para atrás. No solamente es más difícil realizar trámites a través de plataformas digitales; cuando hay la oportunidad somos bienvenidos con un captcha.
El colmo fue la semana pasada, en la que el SAT implementó un captcha necesario para descargar cada factura. Al final parece que echarán para atrás el cambio, principalmente motivado por las quejas de miles que intentaban realizar su cierre mensual.
Lo triste es que tal vez en SAT nadie lo vio venir; no hubo una planeación ni de forma ni de fondo. De no haber sido fin de mes, probablemente hubiesen controlado mejor la crisis.
Pero no es solamente SAT; si quiero conocer el status de mi predial, tengo que llenar un captcha; si quiero saber si tengo infracciones, lo mismo. Y probablemente hay una lista de casos tan larga como lo hay instituciones en el país.
Un captcha sirve para asegurarnos de que quien está haciendo la solicitud del servicio sea una persona, y no un programa automatizado creado para hacer más sencillo un proceso. Servicios como Google, por ejemplo, utilizan captchas para evitar la creación masiva de cuentas de Gmail, o abuso en sus servicios de búsqueda.
La diferencia entre Google y una dependencia de gobierno es que la primera es un servicio gratuito, mientras que la segunda es un servicio que todos pagamos. Si una empresa como Google abusa en sus captchas, podemos utilizar otro buscador; con el gobierno no es así—no tenemos otra opción; no existe la competencia.
Si el gobierno tiene problemas de saturación es primero porque tienen que servir a una ciudad, estado o país completo; segundo porque sus sistemas son ineficientes, y tercero porque tal vez sí hay cierto abuso.
No estoy en contra de los captchas, pero estos no deberían de ser la cuota a pagar por el ciudadano que simplemente quiere obtener su información. Si este ciudadano hace una solicitud, no debería de ver un captcha; si empieza a hacer un par cada minuto, entonces ya podemos pensar en que es un sistema automatizado y ahí sí es justificable recurrir a un captcha.
Pero esto es solo la mitad de la historia. Al menos en el caso de SAT existe un abuso en su plataforma porque no hay otra forma de acceder. Es la única puerta para contribuyentes, sus contadores y sistemas automatizados. Si se hicieran diferentes accesos para cada caso, seguramente podrían limitarlos de mejor manera.
A un acceso para un sistema se le denomina web service, o API. Cuando hablamos de Gobierno Abierto y de sus tres pilares: transparencia, colaboración y participación; pronto llegamos al tema de los web services. No sirve de nada la transparencia si la información se entrega de una forma no procesada; no incentivan ni la participación, ni la colaboración.
En nuestro gobierno no existen los web services, y cuando existen, no tienen documentación, y cuando la tienen, no es clara. En el caso de SAT, se crean sistemas para descargar las facturas porque la herramienta que se provee es ineficiente. Al parecer ellos tienen problema con esto, y quieren evitar que se cobre por un servicio que ellos ya ofrecen.
No, SAT. Se cobra por un servicio mucho mejor del que ustedes ofrecen.
Y eso está bien, porque una dependencia de gobierno no tiene siempre todos los recursos, pero al promover la filosofía de Gobierno Abierto, permiten que el sector privado mejore lo que se ofrece, cree innovaciones, y negocios alrededor de estos, que a su vez impulsan la economía.
Los captchas afectan tanto a ciudadanos como al mismo gobierno; para la población hacen más lento y complicados los procesos, que afectan al Estado en forma de costos de soporte, y terminan afectando las percepciones tributarias. No es que el ciudadano no quiera pagar sus infracciones hoy; es que es demasiado difícil hacerlo por Internet.
El modelo ideal de Gobierno Abierto en México primero tiene que deshacerse de sus vicios, y luego crear canales más directos de comunicación fuera de su plataforma. Esto se vería así:
- Veto a captchas en cualquier trámite de gobierno
- Creación de web services y documentación (con ejemplos) del 40% de los trámites más populares en cada plataforma
- Cuentas oficiales de las dependencias en Github, en las que se respondan dudas, se acepten comentarios y propuestas
Gobierno abierto no es solo una de las cientos de palabras que suenan importantes hoy; es una metodología de innovación si es impulsada correctamente. Esperemos que de cara al siguiente año tengamos menos captchas, y más apertura.
Gobierno de Captchas fue escrito por @rafael_soto_ el día lunes 6 de agosto de 2018 a las 8:57 a. m.
Este post fue etiquetado: gobierno reflexión tecnología web México
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