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Son pocos los juegos que representan tal nivel de nostalgia para mí como Super Mario RPG. Tendría no más de doce años cuando un día lo vi para rentar y convencí a mis papás primero de llevármelo ese fin de semana, y posteriormente que sería mi regalo de navidad.
Es por eso que incluso por encima de Super Mario Bros. Wonder —que se ve simple y sencillamente espectacularmente divertido—, el anuncio del remake de este clásico RPG es lo que me tiene más emocionado.

Fue gracias a Mario RPG que empecé a ver las ventajas de aprender inglés, sin duda fue un catalizador para poner más atención y esfuerzo en esta tarea. También fue el primer paso para descubrir los mundos y las historias de los RPGs. El juego estuvo muy adelantado a su tiempo al explicar de una forma muy clara, concisa y accesible las mecánicas de un género que normalmente era muy difícil acceder.

Y probablemente lo mejor de todo es que solo tenemos que esperar cinco meses para disfrutarlo de nuevo!