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Una sorpresa total fue el anuncio de Super Mario Bros. Wonder el pasado mes de junio aunado al hecho de que estaría saliendo en octubre. Tan solo por sus elementos visuales una cosa era clara: Nintendo busca sacar a Mario en 2D de ese estancamiento que tuvo con toda la saga de New Super Mario Bros., que francamente pese a ser divertidos —difícilmente un juego de esta saga podría ser aburrido—, sí denotaba un claro hueco creativo.

Wonder parece ser una explosión de ideas y conceptos. Será suficiente para traer esa magia de vuelta?

Tan solo en las primeras horas resulta claro que se ha puesto mucho empeño en refrescar el concepto; hay una historia nueva, ya sin la clásica historia de salvar a la princesa, que da pie a nuevos conceptos y objetivos; existen modificadores que afectan radicalmente la dificultad y la manera de cómo podemos decidir jugar; es accesible para jugadores de todas las edades, pero también existen niveles creados claramente para veteranos en la serie que buscan un reto importante. Y es terriblemente divertido, tanto jugando solo como con amigos.

Yo creo que en mi casa llevamos la mayor parte de 10 años volviendo a disfrutar 3D World de inicio a fin de vez en cuando. Super Mario Bros. Wonder parece tener esa magia y tal vez sea una segunda opción para esas sesiones multiplayer para la próxima década.