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Real Madrid campeón de la Champions League por 11a. vez

Cristiano Ronaldo se perfiló lesionado, sin piernas, pero sacó un bombazo para anotar el quinto penal y llevarse la undécima Champions a la casa blanca.

Así, aunque Real Madrid sufrió, al final se llevó el título de la UEFA Champions League 2016 que se suma a las 10 “orejonas” anteriores.

Y tuvo que ser en la tanda de penales, luego de 90 minutos más tiempos extras, frente al Atlético de Madrid, que en contraparte perdió su tercera final de la UCL, segunda en tres años, y lo que es peor, segunda frente al Real Madrid.

Rara final de dos mitades muy contrastantes; un primer tiempo dominado fácilmente por un Real Madrid que tenía poca resistencia de un Atleti irreconocible, y un segundo tiempo en el que el equipo de Simeone se acordó que estaba jugando una final; tuvo un penal que fue mal cobrado y luego el empate para llevar al alargue.

Con un evidente cansancio, Real Madrid comenzó a ofrecer poca resistencia en los últimos minutos del segundo tiempo y a entregarle el balón al rival, que aún tenía dos cambios, una mejor condición física y el estado anímico. Era claro que el Real Madrid buscaría los penales, pero en el segundo tiempo extra mostraron una cara muy diferente, mostrándose un equipo dominador, a pesar de que las piernas no daban. Pero de sustos no pasaron.

Y así comenzó la tanda de penales en los que un equipo como el Real Madrid es infalible, por su historia, por su jerarquía y por su estado mental—están acostumbrados a ganar. Y fue eso lo que salieron a hacer, a esperar el error del Atlético, que llegó en el cuarto penal y que puso a Cristiano Ronaldo como el que decidiría si se cobraba otro o no.

El Atleti nunca comprendió que había que matar al Real cuando pudieron. No lo hicieron y quedaron en segundo lugar. A destacar el gran trabajo de Zidane, un histórico en la cancha y ahora fuera de ella, que llegó a rescatar un proyecto que él mismo dio por muerto en la liga y en la cual se luchó hasta el final. Siendo honestos, en Champions League tuvieron un camino relativamente sencillo. Aún así, son justos campeones.

De vez en cuando, hay una película tan buena como lo es sorpresiva; una historia que sale aparentemente de la nada y se convierte instantáneamente en la que hay que ver ese año. De Zootopia no esperaba mucho, mezclado con el hecho de que hay otra película de una trama muy similar, me confundía entre las dos.
Poco a poco comenzaron a hablar más de Zootopia, y ya quería ver cuál era la razón.

Muchas lunas atrás, Pixar le mostró a Disney cómo estructurar las películas animadas diciéndole no a formatos establecidos: canciones, princesas, historias de amor y villanos. Esta compañía fue muy exitosa, Disney se opacaba más en las sombras ante la luz y bríos de una nueva generación. La compañía de Mickey no sólo adquirió esta empresa, también aprendió de ella; juntó a sus nuevos talentos, hizo una mezcla y probó.

Zootopia es posiblemente una de las películas para niños más progresistas que haya visto; la trama es interesante; los personajes se sienten genuinos, reales, consistentes; y hay un par de sub-historias que no podrían haber sido contadas de una forma tan inocente en otro medio fuera de la animación.

Pero más importante, Zootopia tiene en Judy Hopps, su personaje principal, una imagen femenina plena y moderna—con aspiraciones, sueños y retos, y no una tonta y clásica princesa que lo tiene todo, esperando a su príncipe encantado. Judy es fuerte, pero también es sensible. Su historia es un monumento al desarrollo de personaje, y la trama en general, tiene de todo. Altamente recomendable.

Se dice que para las empresas, una venta es lo más importante. Por encima, incluso, de las propiedades intelectuales, de sus recursos y del talento humano.

Si una empresa fuera una persona, una venta sería tan vital como respirar. Una transacción comercial permite pagar salarios, mantener los servicios requeridos, crecer la marca y mejorar la oferta de productos y servicios. Una empresa comercial se crea para sacar provecho económico—no hay otro fin.

Sin embargo, en contra del fin económico, argumento que hay cosas más importantes que una venta: la confianza, el reconocimiento y la ética.

La confianza de saber que la persona que nos está haciendo una venta, actuará de forma abierta y honesta con nosotros—incluso si eso significa perder una venta o vender de menos. Les ha sucedido que van a un restaurante y comienzan a pedir de más? Para el mesero es muy fácil apuntar lo que pedimos, pero no es una buena experiencia, así que nos dicen que es demasiado. Tal vez esa venta perjudique a corto plazo al mesero y al restaurante, pero se han ganado mi confianza, admiración y lealtad. A ese restaurante vuelvo y lo recomiendo cada vez que puedo.

El reconocimiento de que hay competencia, y que probablemente el ofrecimiento de ellos es mejor al de nosotros, o se alinea de mejor manera con las necesidades. Más vale un no cliente satisfecho, que un cliente inconforme. Una venta se tiene que cerrar siempre y cuando beneficie a todas las partes.

Finalmente, la ética de calidad, servicio y satisfacción. La primera venta es la fácil—cada año caemos en dos o tres ventas de productos que no queríamos o necesitábamos, para luego decir nunca más le vuelvo a comprar. Cualquiera puede hacer una venta; la prueba verdadera comienza con la segunda.

Parecería que sabotearnos una venta podría ser contraproducente para el negocio; lo es si estamos pensando en intervalos a corto plazo. A largo plazo, la confianza y satisfacción del cliente da mayores rendimientos.

Sí, es vital comer y respirar; pero tenemos que ver que lo que consumimos le haga bien a nuestro organismo.

P.S. Buscador de nombres para bebé Patrocinado por La Cigüeña, la empresa de un cliente que tiene grandes ideas para cambiar al mundo.

El final del camino, la película por la cual me dijeron que la saga valía la pena. X-Men: Days of Future Past es la continuación del reboot de la saga de mutantes, que inicia con un Professor X y un Magneto en su juventud —aunque terminan destrozando la trama original—.

Este es más del X-Men que recuerdo de la saga animada: un mundo oscuro y decadente; la lucha entre los humanos y los mutantes. Las justificaciones de ciertos personajes y las relaciones con sus habilidades no me convencen del todo, pero fuera de eso, es una muy buena película. La dinámica entre el presente y el pasado, así como las apariciones del Magneto y Charles que conocemos, redondean una idea muy bien ejecutada.

Al final, hasta logran darle un nuevo sentido a todo lo que pasó anteriormente. Creo que Days of Future Past es muy consistente, espero sigan este buen camino con Apocalypsis.

Dicen que comenzar es la mitad de todo, que tan sólo por decidirnos, ya tendremos el cincuenta por ciento del camino recorrido. Empezar sí es un gran paso adelante, requiere iniciativa, convicción, gallardía y valentía—poner algo allá afuera da miedo, por lo que vaya a repercutir, por lo que vayan a opinar, pero más aún—por lo que pocos o nadie va a ver.

Y comenzar no es la mitad, hay un camino largo por adelante, a veces mucho más del que pensábamos en un principio; no serán meses antes de ver el primer resplandor del éxito que buscamos, tal vez sean años, e incluso décadas. Tal vez muramos sin saborear las mieles del éxito. Precisamente de esto trata Painting In The Dark, la tercera parte de una serie de videos en torno al arte y a la búsqueda de popularidad.

Impresionante lado de la historia de Van Gogh que no sabía, un artista conocido por los demonios con los que estuvo luchando y que pocas satisfacciones llegaron mientras estuvo en este planeta. Desconocía el hecho de que hubiera empezado su carrera tan tarde, y con tan poco éxito.

Pero él siguió, a pesar de cualquier adversidad, de ser abandonado, de ser desechado, de ser evidentemente inferior a otros artistas. Esta perseverancia, para un extraño, parecería una historia de coraje, pero puede ser explicada de una mejor manera—Van Gogh lo hacía no por la recompensa, sino por disfrutar el reto, no el fin. Su motivación era intrínseca, y era tal vez la que lo llevaba a seguir adelante, a pesar de lo que la realidad era para él.

Esto es muy cierto, de las personas más prolíficas que he conocido, pocos lo hacen por el fin—el camino es suficiente para ellos. Claro que todos quisiéramos ser famosos y reconocidos, pero los números no están a nuestro favor. Es mejor simplemente disfrutarlas y esperar lo mejor.

(Perpetrado de Seth Godin)

Como casi siempre sucede, una franquicia, pero principalmente, un negocio, no puede morir tan fácil. Con X-Men ya había sido suficiente caos, un reinicio era más que evidente, y este comenzó con First Class.

He de decir que este inicio fresco le ha traído buenos y renovados bríos a un universo que tiene mucha sustancia. Las expectativas son cumplidas al cien por ciento, con una trama muy sólida, una dinámica muy interesante entre el bien y el mal, buenos argumentos para justificar las intenciones de los personajes y una muy destacable elección en el casting.

Lo que también es indudable es que X-Men: First Class es una adaptación muy libre de los cómics, la TV e incluso sus mismas precuelas—está plagada de inconsistencias. Pero para uno que nunca fue muy fan de los cómics o de la serie animada, es muy bienvenida, ya que es muy buena.

Interesante historia la que publica Vocativ, en la que un estudiante de posgrado, trabajando en su tesis, con un poco de tiempo libre entre sus manos y una súper computadora, encuentra el amor a través de OkCupid, reconociendo patrones y contestando de forma honesta las preguntas que más lo podrían acercar a más de 30 mil mujeres con un match de 100%.

Es obvio que esta no es la forma planeada de utilizar OkCupid, y que para este sitio de citas, lo que hizo Chris McKinlay es darle otro uso a la información que el mismo OkCupid se jacta de tener, comprender y analizar. Para Chris, el hecho de tener una super computadora y tiempo de sobra, definitivamente ayudó. Sabía que los numerati son y serán los que controlen el mundo, pero no me esperaba que de esta forma.

Buena historia, aunque me gustaría saber un poco más del método y el proceso.

(Perpetrado de digg)

Siguiendo con la misión de ponerme al día con las películas de los X-Men, la próxima en la lista es Origins: Wolverine. Con la advertencia de ser una de las peores películas de superhéroes, mi forzado camino para llegar al día a ver Apocalypsis me hará sufrir. El tema es que no sé cuánto.

Esperaba muy poco de X-Men Origins: Wolverine, y me decepcionó. Una y otra vez hay malas sorpresas, desde un evidente compadrazgo para poner a celebridades que poco tienen que ver con la pantalla grande, una historia poco justificada y el peor Deadpool que alguien pudo imaginar, los pésimos reviews lo tiene bien merecido.

Sí, pude haberme saltado esta historia y nada hubiera pasado. Espero que el trago amargo de la serie haya pasado, no sé si pueda con más.

El video del día sin lugar a dudas fue el que FUD le dedicó a las mamás; con una excelente producción, un actor famoso, una trama altamente emotiva y para la cual todos nos podemos relacionar, puede que estemos viendo una de las mejores piezas de publicidad emocional del año con tu mamá miente.

Excepto que justo el año pasado veíamos un comercial titulado my dad is a liar, que tiene una premisa muy similar.

Mi lado escéptico me hace pensar que tal vez se llegó a la misma idea de dos caminos diferentes, y que un comercial de la filial de una compañía de seguros que se encuentra en el otro lado del mundo no inspiró la fantástica historia que FUD está contando.

Pero por el otro lado, vivimos en la época de internet y la globalización, y este comercial fue muy popular en febrero del año pasado. La premisa es la misma: mentiras nobles; la narrativa es diferente, pero se tocan los mismos puntos—sacrifico y dinero.
Sí, la de FUD definitivamente logra tener un toque más emocional y real. Pienso que la de MetLife exagera en algunos aspectos la narrativa —que puede ser un gesto cultural—, pero de ser la base de la inspiración de FUD, Diego Luna y demás realizadores, lo mejor habría sido hacer bien la investigación, y traer una idea original.

Ustedes qué opinan? Inspiración, robo, o una alegre coincidencia?

Continuando con la saga de X-Men, tan sólo por el título de The Last Stand suena como el punto final de esta serie. Después de disfrutar de X2 con la complicidad entre Charles y Magneto por enfrentar a un enemigo en común, creía que habría una mayor continuidad. Aparentemente no.

No sé si no había planes en torno a continuar una historia, pero X-Men: The Last Stand simple y sencillamente comenzó a poner punto final a muchas tramas. El argumento es interesante, y llega a ser entretenido, pero no es envolvente como en las películas anteriores. Y de alguna forma pensaron que poner un meme era buena idea.

Creo que lo mejor de la película es que sale Ellen Page, y eso ya es mucho decir. Pienso que le dieron fin de forma apresurada a una saga que daba para mucho más. Y entonces era obvio que si querían seguir, los reboots iban a ser la forma.

En este año plagado de películas basadas en cómics, probablemente era Deadpool la mayor interrogante. Siendo producida no por Marvel, sino por Fox y presentando una cara muy diferente a lo que conocemos en el género, en cuestión de violencia y vocabulario, esto podía convertirse en una fórmula perfecta para el desastre.

Creo que se encontró el punto exacto en el resultado final, Ryan Reynolds entiende bien la personalidad de Deadpool y la ejecuta de forma sublime. La trama, el diálogos, los efectos e incluso los momentos en los que no hay acción están muy bien planeados y conjugan muy bien la irreverencia y el humor auto referenciado de lo que representa Deadpool. Una muy buena sorpresa, espero con ansias la segunda parte.

No dudo que haya grandes ventajas al conseguir capital para emprender, crecer o potencializar una empresa o un producto—un equipo que pueda desarrollar todo su potencial, una fuerza de ventas o simplemente tener la tranquilidad de que no es necesario hacer una venta ya para seguir en pie.

Pero a veces pienso que parece ser la única forma. Si tuviera cien mil dólares, podría rentar una oficina, contratar a gente talentosa, guiar a la fuerza de ventas, hablar con los clientes y construir una gran solución…
Este no es el único camino, Mailchimp, 37 Signals y Github son algunos ejemplos de negocios que triunfaron sin capital. De hecho, Github fue redituable desde el primer mes.

Creo que ahí radica la clave: es mejor obtener la inversión de parte de clientes, individuos y empresas satisfechas con el producto. O como dice Seth Godin, vender algo de forma repetida es el por qué haces este trabajo.

Con Box Factura no buscamos capital; buscamos clientes a los que podamos satisfacer sus necesidades y solucionar sus problemas, si cortan un cheque para nosotros, no sólo estamos ganando dinero y financiando la empresa—también estamos validando el producto.

Pero las razones más importantes son filosóficas y personales: no soy bueno pidiendo dinero, ni gastando invirtiendo capital ajeno, ni creo poder ver a la cara a aquella persona que confió en mi y que ahora su dinero se ha desvanecido. También creo que al tener recursos limitados, podemos enfocarnos a lo que es importante: tener el producto listo para la primera venta.

La pregunta aquí es: necesitas la inversión, o simplemente no quieres arriesgarte demasiado?

Si el objetivo es ponerme a la par para alcanzar Apocalypse en el cine, tengo que ver dos películas por semana. Y eso es precisamente lo que hice. Después del buen trabajo realizado con X-Men, la secuela parecía interesante.

X2 batalla para mantener el nivel que logró su antecesor, pero hace un buen trabajo en traernos una interesante mecánica en lo que parecen dos polos opuestos y que a la postre, sin duda, enriquecerá la historia y le dará un fondo.
No tengo mucho más qué decir, pero con dos películas me basta para ser fan de la saga. Quedan cinco más por ver.

Leicester City: La historia de la temporada

Hace siete años, el Leicester City estaba en la League One de Inglaterra, equivalente a una tercera división y pensar en un regreso a la Premier parecía una utopía. La realidad, sin embargo, supero a la fantasía: los ‘Foxes’ lograron su primer título, un resultado que le ha dado la vuelta al mundo.

Lo logrado por el Leicester está fuera del presupuesto en una Liga como la Premier. En la temporada 2014-15 era el principal favorito para perder la categoría y con ello regresar a la League Championship, pero siete victorias en sus últimos nueve partidos sirvieron para no descender.

Una historia maravillosa acaba de tener su final feliz, hoy el Leicester de Inglaterra es campeón de la Premier League. Digno de su propia película, Leicester City, un club de un presupuesto muy humilde, comenzó esta temporada con el objetivo de salvarse después de estar en los últimos lugares durante gran parte del torneo pasado y teniendo un repunte importante en los últimos partidos para alcanzar la salvación.
Siguiendo con el impulso, esta temporada comenzaron con el pie derecho, sorprendiendo y ganando fans alrededor del mundo jornada a jornada para culminar este lunes, en el que esperaban que el Tottenham, su rival más cercano, no le ganara al Chelsea, tras ellos haber empatado con el Manchester United un día antes, resultado que se dio y les entregó su primer título de liga.

Yo no sé si esta sea una anomalía en una liga en la que los ganadores son siempre los mismos, si la crisis de los grandes en el futbol inglés fue un factor determinante y que tal vez no pueda volver a suceder, pero esto demuestra que en el futbol, al final son once contra once y que hay cosas más importantes que el dinero y el talento para conseguir resultados: el esfuerzo, la motivación y el trabajo en equipo, y cómo algo tan sencillo como una pizza puede ser el punto de inflexión.

Hoy es tiempo de festejar al humilde Leicester, sentirnos contentos por el equipo que libró el descenso de forma dramática y que solamente ha perdido 3 partidos en toda la temporada. Las playeras y souvenirs de los Foxes seguramente se popularizarán y habrá quien nos tache de villamelones―pero no importa, porque aunque esperamos que la historia se repita, hay muchos factores que nos indican que tal vez sea una rara ocurrencia. Hay que festejar mientras podamos.

Hace exactamente un año, recibimos la esperada secuela de Avengers, en donde los superhéroes favoritos de Marvel se juntan para enfrentar a un enemigo en común. Este 2016 tenemos Captain America: Civil War que más bien parece Avengers 2.5―la mayoría del equipo original se reúne, más unos cuantos invitados especiales.
La trama fue bien establecida en los trailers: Civil War es, literalmente, una guerra entre dos bandos opuestos que supuestamente buscan el mismo fin. Con tantos personajes, no será difícil ponerlos en contra de una manera creíble y justificable?

Marvel cumple una vez más, con nuevos y mejorados trucos; hacen un buen trabajo en mostrarnos la problemática y por qué habría un conflicto entre los dos bandos, justifican las posiciones que cada personaje puede tener y logran una ejecución maravillosa, sacando de la manga un par de ases en personajes que claramente aparecen para tener su propia historia y un villano que si bien no ha sido del agrado de todos, le da un toque refrescante a la historia—que cambia para siempre.

Civil War es emocionante, llena de acción —sigo pensando que tal vez fue demasiada—, y plagada de sorpresas de algo que la mayoría de nosotros pensábamos iba a ser una historia muy simple y lineal. Tal vez lo único malo es que la película dura demasiado; 2 horas y media es una exageración, pero si se quería meter todo, posiblemente era lo necesario.

No hace mucho tiempo, las películas basadas en cómics eran consistentemente malas. Fuera del Batman de Tim Burton, Superman, Flash, Spiderman, The Rocketeer y Captain America tuvieron producciones que no lograron impactar a las audiencias; parecía que convertir una historieta en una película era un reto demasiado grande para Hollywood… pero no para Marvel, que tarde, pero firmemente —y tras haber perdido sus principales franquicias— incursiona con superhéroes secundarios como Iron Man y Thor, comenzando una nueva era de oro para los cómics.

O eso había entendido, pues el precursor de todo esto fue X-Men, de la mano de 20th Century Fox, que por lo que veo y escucho, siguen mejorando la narrativa. 16 años después quiero entrar a este universo y estar listo para las siguientes funciones. Había que comenzar por el principio.

Honestamente no soy gran fan de X-Men. Recuerdo con la caricatura que su trama era complicada, llena de viajes en el tiempo y que a la postre, terminaban saturando mi joven cerebro. Tal vez eso dejó un estigma que me alejó de Wolverine y compañía.

Lanzada en 2000, X-Men da pie a una saga que hoy consta de 7 películas que para el siguiente mes ya serán 8. Honestamente, la cinematografía y los efectos sí se ven muy viejos, las escenas de acción no son muy buenas y la historia no es impecable, pero la trama es entretenida y sienta un buen precedente con la relación entre Charles y Magneto. Sigo sin ver la razón por la cual hacerme fan de la saga, pero espero irla encontrando en las próximas semanas, con las siguientes películas.

Pueden los videojuegos ser una experiencia espiritual? Mi respuesta sin dudarlo es sí, especialmente los videojuegos. Cualquier medio de comunicación puede lograrlo: el cine, el teatro, la música, la escritura… por qué no lo habría de lograr un medio que normalmente usa más de uno de estos medios para transmitir sus historias, y que además, es interactivo?

Player Two es un pequeño corto inspirado en un comentario de YouTube que respondía a esta pregunta acerca de la espiritualidad, las experiencias y los videojuegos. Tengo altas esperanzas en el medio, pero jamás me imaginé la impresionante historia que estaría a punto de presenciar.

Impresionante la capacidad de contar una historia de John Wikstrom e Idan Menin, director y cinematógrafo, respectivamente. Con tan solo un actor y una voz en off, poco más de cien segundos bastaron para dejar mudo al espectador.

Esto nos recuerda que las memorias no deben ser perfectas; son atesoradas y valoradas simplemente por lo que son.

(Perpetrado de waxy)

Un libro que usualmente aparece en las recomendaciones cuando hablamos de usabilidad en web, es del autor Steve Krug, llamado Don’t Make Me Think. Con tantas menciones, parece que es una biblia de lo que se debe hacer en productos y servicios en web, y aparenta ser una importante guía, un must para todos aquellos que trabajemos en Internet internet.

Como virtudes, tenemos que el texto es breve y concreto—las indicaciones, señalamientos, recomendaciones y ejemplos son claros, precisos y al punto. El mayor defecto, sin duda, es lo viejo que se siente el libro, citando y mostrando páginas que ejemplifican perfectamente el punto de la lección, pero que cuyos contenidos han cambiado radicalmente o —no me extrañaría— son sitios que ya no existen.
Tal vez para alguien que vaya comenzando en esta hermosa aventura tragicomedia de hacer sitios y servicios en internet, esta guía le sea de mucha utilidad.

Afortunadamente el texto es muy ligero, tiene buena dinámica y en raras ocasiones es aburrido. Lo verdaderamente rescatable es el capítulo de usability testing, posiblemente la mejor guía escrita acerca del tema.

En resumen, dependiendo del nivel que tengan, va a ser el jugo que le puedan sacar. Los ejemplos son muy buenos, pero un poco pasados de época. Tal vez la tercera edición mejor en cuanto a esto.

Con la adquisición de Soriana de una de las franquicias de supermercados más grandes de México, La Comercial Mexicana parecía tener sus días contados. Hoy, al enterarme que hay nuevo logo para la ya denominada La Comer, y encontrarlo en mi blog favorito de branding, esperaba una propuesta refinada e innovadora de cara a los próximos 20 o 30 años, tal y como lo ha sido su actual iteración—honestamente no recuerdo que hayan tenido otro logo. Vaya sorpresa que me llevé.

La nueva imagen es plana, simplista, aburrida. Un trabajo de un par de horas a lo más. El brief seguramente se limitió a contener algo así como «es una cadana de supermercados con un pelícano», sin mencionar que es el pelícano, que si bien su forma está lejos de ser anatómicamente correcta, es un gran trabajo que ha trascendido el tiempo y que la nueva imagen le debió haber hecho los honores, manteniendo la esencia y la forma del fondo. En lugar de eso, tenemos un pelícano de stock y un huevo naranja de fondo.
En la agencia, como regla general, si la fuente para un logo está instalada por default en las computadoras (o está en DaFont), no la usamos. De toda la gama que se pudo elegir, a mi sólo se me ocurren unas 3 o 4 elecciones de tipografía peores a las de Impact. Y para hacerlo tantito peor, ni alineados están.

Es más, ni se conservaron los colores. Aún es abril, pero creo que estamos viendo uno de los peores rebrandings del 2016, recuerden mis palabras.

Pienso que tal vez lo mejor es que hubieran dejado morir a la marca.

(Perpetrado de Brand New)

P.S. El concurso de rediseño que no es concurso de rediseño de Izzi Yo estoy igual de confundido que ustedes.

Diseñar es un trabajo sencillo: sólo se requiere forma, color y espacio; una mezcla de tipografías y se acabó. Pero también requiere investigación: ver, observar, evaluar y distinguir lo que hace la competencia local, pero también internacional e incluso sin ser competencia.
 
El contexto también es importante, diseñar es comunicar, y hay una importante diferencia cuando se trata de transmitir un mensaje en la comunidad de tu casa —con tu tablet, libro o tv—, que cuando vas a 100 kilómetros por hora. Las elecciones tipográficas y de señalética, entonces, se convierten en una decisión de vida o muerte.
La tipografía también da personalidad; la imagen de una funeraria no puede tener las mismas elecciones tipográficas que tendría un parque de diversiones. El trabajo del diseñador es elegir de forma elegante, qué disfraz se va a utilizar para hablarle a la audiencia, así como un traje, unos jeans o un short nos habla mucho de la persona—incluso antes de que haya hablado.

El trabajo de un buen diseñador es comprender que, si bien utilizamos máquinas como medio, el fin son los humanos. El diseño debe crear empatía, tener personalidad y, tal vez, hacerle más feliz el día al humano que lo usa.
Ahora que tocamos el tema de humanos, esto es el comienzo de user experience—de la realidad de cómo va a ser usado aquello que se está diseñando. El trabajo del diseñador es hacer sentir al usuario como un superhéroe y evitar que cometa errores que puedan traer consecuencias desastrozas. Un buen diseñador debe saber responder dos preguntas base: «qué quieres lograr que el usuario haga?» y «qué problema quieres resolver?»

Un diseño pensado, planeado y probado puede reducir los costos de servicio al cliente, puede aumentar la satisfacción en torno a un producto y tiene el potencial de hacer un mundo mejor.

El trabajo de un muy buen diseñador es ver los pequeños detalles y cómo se interrelacionan entre sí: no sabe sólo diseñar logos, los inspecciona con una lupa para que se vean nítidos, detalle que la computadora jamás podrá hacerlo por él. Conoce lo maravilloso del cerebro humano, en el que el centro geométrico no es necesariamente el centro que nosotros vemos. Esto también se tiene que ajustar manualmente.

Un excelente diseñador comprende las limitaciones de nuevas plataformas; itera y comparte su trabajo y prueba.

Pero lo más importante: a un fantástico diseñador le importa el problema, busca la solución y se mantiene flexible y abierto a otras ideas.

Lo más interesante del asunto es que un diseñador no necesariamente está trabajando en la computadora con Photoshop o Illustrator—hay tantas cosas que requieren diseño que los sitios web, las apps, los servicios digitales, mobile y e-commerce son sólo una pequeña fracción. Uno de los mejores diseñadores puede ni siquiera saber utilizar Photoshop, pero está pensando en todas las ramificaciones que puede tener una nueva funcionalidad y entiende que es mucho más que agregar un botón. O entender la experiencia de compra de principio a fin. Su trabajo puede tener tanto o tan poco que ver con colores y formas como el problema lo amerite.

La realidad es la siguiente: todos somos diseñadores. Creamos el camino que cientos, miles o —si somos un poco afortunados— millones usarán; el profesor de universidad y cómo motivar a sus alumnos; la farmacia y el proceso de primero pedir el medicamento y luego pagarlo; el servidor de gobierno que quiere reducir la burocracia y la forma de pago en una tienda en línea, por citar algunos.
Si no trazamos el camino —al menos la mayor parte—, estamos dejándole demasiado a la suerte, y la experiencia del usuario probablemente no será placentera y se cambiará tan pronto haya una mejor.

El trabajo del diseñador es fácil en la medida en la que desee dejar de involucrarse.

P.S. Buscamos diseñador Si te gusta resolver problemas, eres bienvenido.